Historia

Varias fotos del frente todas juntas 

botón JUAN CINOTTO
LA GRANDEZA DEL CURA TURINES

Cuando corría el 19 de noviembre de 1901 llegaba a Buenos Aires proveniente de su ciudad natal Turín Italia,

el joven sacerdote Juan Cinotto.

Debido a sus dotes como persona visionaria, fiel al Evangelio pero dueño de una actividad envidiable, rápidamente se ganó la confianza del internuncio apostólico monseñor Antonio Sabatucci quien lo designa  su secretario, un cargo que evidentemente merecía gran seriedad y responsabilidad por su importancia.

Pero Cinotto quería algo más. Tras permanecer en la curia argentina y trabajando un lapso breve en la Colonia de Devoto pidió ser trasladado a un lugar del interior.

Quizás Dios ya le tenía deparado una obra de grandeza y por el cual guió sus pasos hacia el centro sur de Córdoba donde recaló en 1905. Fue precisamente en mes de junio que Juan Cinotto tomó posesión de la parroquia de un pueblito llamado Sampacho muy cerca del límite con San Luis. Allí comenzó su tarea pastoral. Primero observó que la mayoría de los labriegos del lugar provenían de su amada y lejana Italia.

Rápidamente se hizo uno más trabajando por el crecimiento de la parroquia y sin dejar de lado su pasión pastoral, creyó oportuno traer desde su Turín una réplica del milagroso cuadro de la Virgen de La Consolata (Consoladora en piamontés).

Fue tal el sentimiento despertado en la colonia que la imagen ganó el corazón de los habitantes del lugar muy rápidamente.

La historia posterior es conocida. Juan Cinotto llegó a celebrar las novenas en honor a La Consolata en dos idiomas el italiano y el español a los fines que nadie perdiera escuchar la palabra de Dios y como en esos años predominaban los inmigrantes recién llegados de la Península Itálica, no tuvieron mayores sobresaltos en participar de las celebraciones religiosas.

Juan Cinotto instaló una usina propia en el templo local, además fue el creador de la Caja Rural Cooperativa en 1911 que fue la primera de la Nación a los fines de apoyar los emprendimientos de los productores y cuidar sus intereses. Posteriormente fundó la Caja Rural de Bulnes. En el año 1920 fue el fundador del Colegio La Consolata e impulsor de la labor de las religiosas del Bueno y Perpetuo Socorro quienes estuvieron en Sampacho ocho décadas.

Por otra parte el crecimiento que experimentó nuestra parroquia fue tan inmenso que con el paso de los años, la fiesta de los 20 de Junio era majestuosa con miles de fieles provenientes de todo el país.

Fue condecorado con la Medalla de Oro Benemérito otorgada por Su Santidad Pío X y el obispo de Córdoba monseñor Zenón Bustos le hizo entrega de la misma en emocionante ceremonia. Así la iglesia nacional reconocía la labor de este cura sin dudas uno de los más brillantes que tuvo el interior del país.

Además de habernos hecho conocer la devoción de La Consolata, fue quien compró el fabuloso órgano de tubos de la fábrica «Balbiani» de Milán, cuyas notas salen orgullosas de sus 1.227 tubos; más otras riquezas que posee el santuario local y por supuesto el gran gestor de haber traído desde Turín la más hermosa imagen religiosa que se conoce en esta zona como es nuestra amada Virgen de La Consolata.

Juan Cinotto soñaba ver a su parroquia convertida en Santuario.

Sin embargo no pudo ver cristalizado su sueño porque falleció el 23 de octubre de 1946. Curiosamente tres semanas más tarde de su muerte, el obispo diocesano de Río Cuarto Leopoldo Buteler designa a la parroquia de Sampacho con el título de Santuario.

botón  AL INSTITUTO TERCIARIO DE SAMPACHO

Cuando la labor visionaria de un grupo de docentes junto al padre Miguel Hippermayer permitió el nacimiento del Instituto Terciario de Sampacho, se pensó en una labor destinada en principio a la formación de docentes.

Fue así que tras largas y agotadoras gestiones, el Instituto Terciario nació a la luz para iniciar la dulce pero difícil tarea de educar a nuestros jóvenes.

La denominación de «Juan Cinotto » era la más correcta.

  • Por su labor de grandeza que hasta ese momento no había logrado el más brillante sacerdote de nuestra región.
  • Por su visión de futuro.
  • Por su inmenso amor a la Virgen.
  • Por impulsar grandes emprendimientos, entre ellos el haber fundado el Colegio La Consolata.
  • Por hacer germinar la semilla de la fe en base a trabajo, Evangelio, Consuelo de María y mucha dedicación pastoral, porque era una deuda inmensa que el pueblo y colonia le debían a este hombre enérgico que hoy se lo recuerda por su obra maravillosa.

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